- Sábado 23 a las 11:00 y a las 16:30 y Domingo 24 a las 11:00
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Descripción
El conjunto de casas junto al Convento de La Trinidad de Valencia,se sitúa junto a los jardines del río Turia y se accede cruzando por el puente de La Trinidad del siglo XV ( el más antiguo de la ciudad de Valencia).
El uso al que se destina hasta finales del siglo XIX fue el de dar acogida a las gentes que quedaban fuera del recinto amurallado de la ciudad ,‘’ a la lluna de València ‘’, hasta que se abrían de nuevo las puertas de Serranos a la mañana siguiente .
También fue lugar de residencia para las gentes que de forma externa trabajaban en las huertas y demás labores a realizar en un convento, así como lugar para la enseñanza de la doctrina y residencia de religiosos no acogidos en la clausura.
El uso y la propiedad fue pasando a manos de particulares, hasta que a partir de los años setenta comenzó su degradación acelerada y a sufrir la ocupación por gente de baja extracción social. El edificio estuvo a punto de desaparecer primero por el crecimiento desmedido y desleal del tráfico; proponiéndole desde los estamentos municipales su demolición, y segundo, por la falta de particulares o empresas que decidieron invertir en la recuperación de un edificio que a duras penas dejaba entrever su valor.
De la totalidad del grupo de casas que protegían el Convento y que constituían una fachada uniforme sobre el río Turia, quedaba,cuando se inician las gestiones de compra, algo menos de la mitad del conjunto en pié. El edificio sale a la venta como proyecto de construcción de un grupo de adosados poniendo en peligro la conservación de elementos estructurales de tipología perteneciente a la arquitectura doméstica del siglo XV.
La práctica habitual en la ciudad ha sido el vaciado interior de inmuebles históricos,la posterior construcción de estructuras en hormigón y acero , y la inclusión de un programa de viviendas que en nada respeta el carácter que antaño tuvieron los edificios. El gasto de una “rehabilitación” al uso mediante el vaciado del edificio, no era comparable con el de una intervención monumental en toda regla.
En este contexto de especulación, incluso dentro del patrimonio arquitectónico, se desarrolla toda la intervención que prácticamente duró dos años en un edificio con una superficie aproximada de novecientos metros cuadrados.
Se recuperan forjados, construyendo sobre las tramas antiguas estructuras que las sustenten pasando desapercibidas; se extraen y limpian los diferentes solados que a lo largo del tiempo se han ido utilizando y posteriormente se vuelven a incorporar a la nueva idea; se recuperan revocos y se mantienen con absoluto respeto las coloraciones y pinturas que a la manera de un collage nos cuentan la vida del edificio; se restauran las cerchas de madera de las cubiertas y tras toda la adecuación formal se incorporan nuevas instalaciones y tecnologías punta para la adecuación del edificio a sus nuevos usos.
Todo el esfuerzo requerido pasa por las complicaciones de orden jurídico , de agrupación de propietarios, de orden económico, al ser el capital de unos particulares comprometidos con el patrimonio y de plazos al ser inversiones elevadas y lento el proceso de intervención.
El inmueble se compone de planta baja y dos plantas. En planta baja y 1a planta se desarrolla el programa de oficinas coworking en alquiler. En 2a planta se encuentra la vivienda del arquitecto, la cual sigue los parámetros de la restauración de todo el conjunto, si bien combina este uso con el de contenedor de una colección de piezas de arte.
El edificio cuenta además con el aliciente de una obra de arte contemporáneo valenciano de primer orden: la ventana arqueológica intervenida por la artista valenciana Carmen Calvo, Premio Nacional de Las Artes Plásticas.
Autor
Francisco Reyes Medina
Fecha
2000