El responsable de Relaciones Institucionales de Open House Valencia y cofundador del certamen en la capital del Turia, Javier Domínguez, repasa las claves del festival que celebrará su tercera edición los días 23 y 24 de octubre. Este año, Open House Valencia se ha abierto a nuevas propuestas de jóvenes estudios de arquitectura y ha incluido nuevos edificios.
Con esta edición Open House Valencia consolida su propuesta con la que continúa poniendo en valor la arquitectura valenciana.
- ¿Qué significa hoy Open House Valencia?
Es la gran cita de la capital con su arquitectura, que es excelente. La arquitectura es mucho más que una experiencia estética. Es un cóctel de tecnologías, innovación, cartografías, formas, semiología, síntesis,… con el que durante milenios se construyeron respuestas a las demandas defensivas –pretiles del Turia,…-, domésticas, simbólicas, higienistas, de hábitat, transporte, equipamiento, cultura, ocio, sostenibilidad,… de la sociedad.
- Ya una 3ª edición de Open House Valencia, ¿Cuáles son las claves de su consolidación en tan poco tiempo y con una pandemia de por medio?
Son cuatro: el proyecto per se, un equipo pluridisciplinar comprometido y cohesionado, la sensibilidad e interés del público valenciano por su patrimonio y el apoyo institucional a la iniciativa desde el primer momento.
Open House Valencia –OHV- es una marca que prestigia a una ciudad. Además, se trata de una iniciativa colaborativa, transversal y sin ánimo de lucro. Su principal objetivo es promover el conocimiento arquitectónico, abriendo las puertas al público de los edificios. Se han podido visitar los interiores de Espai Verd, las cubiertas del Mercado Central, la caja escénica del Palau de les Arts, la residencia Avapace, la Alquería del Basquet, las cajas de seguridad del antiguo Banco de Valencia, los espacios de trabajo de compañeros como Sanahuja , Esteve, Silvestre, ERRE …
Aunque, el éxito jamás hubiera sido posible sin el magnífico trabajo de los arquitectos guía y de los voluntarios, en su mayoría estudiantes. Gracias a su enorme pedagogía, los habitantes de la capital han podido experimentar cómo los proyectos urbanos e inmuebles bien diseñados son claves para garantizar comunidades más equitativas, sostenibles, seguras y con mejor calidad de vida.
- ¿En qué ha variado el festival en estos tres años?
La primera edición precisaba pedagogía social, de ahí un programa más lúdico festivo con la Marina y la fachada marinera como protagonistas. Los globos aerostáticos y los recorridos en barco por la dársena causaron un enorme impacto. Destacaría la actividad en su epicentro, en la plaza del Ayuntamiento: el espectacular montaje de Casas inHAUS, los documentales en la Filmoteca y su visita como homenaje a Cristina Grau, coautora de su rehabilitación, y con ella a todas las mujeres arquitectas.
La segunda, marcada por la Covid, apostó por un formato digital generando tanto una biblioteca de recursos gráficos, como sinergias con las demás ciudades que integran Open House Worldwide, internacionalizando Valencia –foro Social Life Cluster-,… al exhibir su transformación urbana ,vertebrada por un fabuloso conector verde como es el Jardín del Turia, en Nueva York, Londres,…
La dimensión on line de la Muestra se convirtió en una de sus fortalezas haciendo de su web y redes sociales una valiosísima plataforma de difusión.
La tercera va a continuar acercando a la gente a la arquitectura, superando viejos clichés de la profesión, como la endogamia o el divismo, que no se corresponde con la realidad, pues el arquitecto nace y crece con voluntad de servicio. Como decía Alejandro de la Sota “es un profesional acostumbrado a dar liebre por gato” y no al revés. Como gustaba repetir a Alvar Aalto “la idea es crear un paraíso”.
Queremos seguir creciendo como festival de referencia, abrir cada vez más edificios (Londres muestra ya más de 800) y continuar reforzando los vínculos de los valencianos con el mundo del diseño.
Es necesario eliminar fronteras a la arquitectura. Para ello extendemos el programa a un mayor ámbito geográfico con visitas al Refugio en la Viña, de la mano de su creador Ramón Esteve, a uno de los iconos del movimiento moderno, la Universidad Laboral de Cheste, a las Casas Cueva de Paterna, a unifamiliares en Rocafort, Godella, La Cañada,…
- La web muestra un equipo renovado, más joven y polifacético. ¿Qué tiene que decir del equipo Open House Valencia?
Open House, como la arquitectura, es coral: en su concepción, su diseño, su materialización y su uso o disfrute. Pero esa dimensión organizativa de gestión colectiva, al igual que en los grandes estudios, no resulta excluyente con el protagonismo individual evitando el anonimato de cada uno de los integrantes del equipo frente a la homogeneización corporativa.
Liderazgo compartido y toma de decisiones colegiadas son esenciales en el grupo. El objetivo es consolidar un modelo plural de organización cohesionado y policéntrico que sobreviva a sus fundadores, sabiendo reforzar su identidad sin impedir que sus miembros afirmen sus propios perfiles y especialidades.
Que el Festival OHV ofrezca año tras año buena música exige contar con una orquesta pero también con excelentes solistas como son Sara, Laura, Víctor, Amparo, Patxo, María, Roque, Abel, Cristina, Loreto, Carlos, Teresa,….
La renovación que es siempre enriquecedora, resulta crucial en un proyecto cultural que tiene que abrirse al mestizaje y la innovación.
- Por último, ¿Cómo ve el futuro del festival?
En estas primeras ediciones OHV ha servido de barómetro de la situación y creemos que el Festival está llamado a ser un fiel Observatorio Urbano, pues siguiendo el consejo de Frank Lloyd Wright el arquitecto debe ser profeta y tratar de visualizar al menos una década por delante, si aspira a mejorar su entorno.
En el futuro trataremos de poner el acento en la movilidad -vehículos eléctricos,…-, en llegar a los más pequeños implementando talleres infantiles, en extender nuestra pasión por la arquitectura más allá del área metropolitana, en ir incorporando vínculos con la música y las artes escénicas, generando la teatralización de algunas rutas y visitas,…
Nuestro lema continuará siendo pedagogía y vanguardia, sin olvidar que un festival es siempre un espacio de encuentro, una oportunidad para el intercambio y el aprendizaje.