Arquitecto guía
Javier Domínguez Rodrigo
Horario
Domingo 23 de octubre a las 12:00 horas
Punto de encuentro
Tesorería de la Seguridad Social (C/ Colón, 62).
Google Maps
https://goo.gl/maps/xdF8F4qg2kFnQv9U7
Descripción
Antonio Escario fue un arquitecto español referente del siglo XX, con una prolífera carrera arquitectónica. Obtuvo la distinción de Mestre Valencià d’Arquitectura 2010-2012.
Entre los principales edificios que construyó en la ciudad de Valencia, destacan la Sede Promobanc (actual Tesorería de la Seguridad Social), la Torre Ripalda (más conocida como La Pagoda) o el Rectorado de la Universitat de València.
Mapa
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Aforo: 30 personas.
Apertura inscripciones el 19 de octubre a las 14h
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Para saber más…
Antonio Escario, formado en la Escuela de Madrid, aprende el oficio de la mano de Fernando Higueras, Miguel Fisac, Alejandro de la Sota y Francisco Javier Sáenz de Oiza, iniciándose en la profesión en el estudio de Casto Fernández-Shaw Iturralde.
Vanguardista y pragmático, su palimpséstico imaginario proclama la racionalidad conceptual -tipologías, contexto,…-, la sencillez mecanicista y la dimensión constructiva de la disciplina.
La publicación recoge una selección de su abundante producción edilicia, que a lo largo de medio siglo deja objetos canónicos como la capilla de “Los Filipenses” -Albacete, 1963- expuesta en el Pabellón de España de la Bienal de Venecia de 2014.
La Torre Ripalda, el Hospital Siquiátrico de Albacete, la Facultad de Farmacia de la UVEG –Premio Nacional de Arquitectura 1993 CEOE-, el hotel Bali de Benidorm, la OAMI de Alicante,… forman una parte esencial de su legado construido.
La Torre Ripalda
Su situación privilegiada junto al antiguo cauce del río Turia y la Alameda y frente al centro histórico y su reconocida ejecución han convertido esta torre en uno de los hitos arquitectónicos y paisajísticos más característicos de la ciudad. Su forma parte de dos direcciones principales, la Alameda a la que vuelca y el puente del Real al que mira y por el que se enfoca al centro histórico. Estas son las directrices de su reconocible forma hexagonal que se escalona en altura para dotar al conjunto de mayor esbeltez.
Su ejecución con ladrillo cerámico que se abre en las esquinas con sutil gesto curvo le valió el sobrenombre de La Pagoda y sus generosas viviendas siguen siendo de las más valoradas de la ciudad gracias a sus excepcionales acabados y sus amplias terrazas, cuyas jardineras conversan directamente con los principales jardines de la capital valenciana.